La protección de la biodiversidad es uno de los objetivos estratégicos de nuestra política medioambiental y se rige por una política específica, adoptada por Enel Chile, que recoge las directrices del Grupo y los principios con que opera.
En la gestión de la biodiversidad, recoge los más altos estándares y principios internacionales descritos en el Convenio sobre la Diversidad Biológica (CBD) de la Organización Naciones Unidas (ONU), el Plan Estratégico para la Diversidad Biológica 2011-2020 de la ONU y Metas Aichi para la Biodiversidad de CBD, plasmados en su Política de Biodiversidad.
Así es cómo fortalecemos nuestro compromiso para proteger los recursos naturales, y para hacer que nuestras plantas de generación y los activos de distribución de la electricidad, se construyan y gestionen respetando los ecosistemas y sus equilibrios.
Un compromiso que se integra en nuestra estrategia de creación de valor compartido y apuesta por poner en valor la riqueza de la biodiversidad como motor de desarrollo sostenible para las regiones en las que trabajamos, desde el desierto de Atacama hasta la Patagonia. Teniendo así un compromiso a operaciones propias y más allá con toda la cadena de valor.
Enel es consciente del valor de los ecosistemas y de la biodiversidad y está comprometida con la gestión responsable de los recursos naturales durante las fases de ciclo de vida del proyecto: proyección, construcción, operación y cierre.
En el ámbito del Plan de Sostenibilidad Enel ha definido los siguientes objetivos con el fin de preservar la biodiversidad en las áreas en que opera:
- Mejora y estandarización de los procesos empresariales para la evaluación del riesgo biodiversidad de las nuevas instalaciones.
- Pruebas de indicadores de proyecto y globales sobre el impacto y la conservación de la biodiversidad, y desarrollo de un sistema de reporting para niveles organizativos progresivos.
- Asegurar la sostenibilidad socio-ambiental de las infraestructuras existentes y de las ampliaciones de la red de distribución y transmisión.
De acuerdo a lo anterior, el primer punto de la política de Biodiversidad de Enel establece que esta compañía desarrolla sus actividades respetando el principio de la "jerarquía de mitigación", mediante la cual se prioriza, en primer lugar, prevenir o evitar los impactos negativos; en segundo lugar, si los impactos no se pueden evitar, reducir y remediar sus efectos; y, por último, compensar los impactos residuales negativos.
De esta manera, cuando Enel planifica un nuevo proyecto, toma en cuenta el valor ambiental del territorio, descartando sitios que presenten un alto valor biológico.
Luego, durante la fase de construcción, además de implementar medidas preventivas, tales como charlas a todos sus colaboradores, instalación de señalética o la liberación ambiental de las áreas de trabajo; cuando es necesario, se efectúan medidas de mitigación, reparación y/o compensación, dentro de las que podemos mencionar rescates de flora y fauna, reforestación, revegetación y enriquecimiento de hábitats, entre otros.
Finalmente, durante la fase de operación, además de implementar las medidas de manejo establecidas en las licencias ambientales de sus proyectos, Enel monitorea y evalúa la evolución de variables biológicas a fin de tomar medidas correctivas cuando es pertinente.
De esta manera, y tal como lo establece el segundo principio de su política de Biodiversidad, Enel busca alcanzar el objetivo de la “pérdida neta cero en biodiversidad”.
En el marco del compromiso sobre la protección del Capital Natural, Enel Chile ha decidido asumir un mayor compromiso con la conservación de los bosques de acuerdo con el principio de “No Net Deforestación”, reconociendo la importancia en términos de riqueza de la biodiversidad y el papel que desempeñan en términos de captura y almacenamiento de carbono a largo plazo.
Con relación al resguardo de áreas protegidas, desde Enel Chile no construiremos nuevas infraestructuras en sitios declarados como Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO.
Proyectos de Biodiversidad