Los parques de generación fotovoltaica que Enel posee en el norte de Chile requieren limpieza frecuente de sus paneles solares para evitar que el polvo y la suciedad que se deposita sobre ellos de manera natural disminuyan la eficiencia de generación eléctrica en el tiempo. Estas labores de mantenimiento se traducen en una demanda periódica de agua, la cual es muy escasa y preciada en el desierto de Atacama. Por lo mismo, Enel Chile ha desarrollado un proyecto para captar el agua atmosférica presente en el norte del país.