Para comprender el contexto de la Región Metropolitana respecto de su afectación en el acceso y distribución de la energía eléctrica, es relevante mencionar la variación de habitantes, su nivel socioeconómico, vivienda y, por último, aspectos climáticos que sin duda afectan también la calidad y continuidad del servicio eléctrico.
La Región Metropolitana tiene una superficie de 15.403 km2 y una población proyectada al 2022 de 8.310.984 habitantes distribuidos en 52 comunas en base al Censo 2017. Es la región más densificada del país con un promedio de 539,6 hab./km2. El 96,3% de los habitantes reside en asentamientos urbanos, mientras que, el 3,7% lo hace en áreas rurales.
En cuanto a la situación de pobreza de los hogares, la Encuesta Casen 2020 en Pandemia[1] indicó que 209.221 hogares viven bajo la línea de la pobreza por ingresos[2], los que representan el 9% de la población total de la región. Estos datos acusan un aumento significativo en la incidencia de la pobreza indirecta respecto de la última medición en 2017. En tanto, la pobreza multidimensional[3] señala que 340.496 hogares se encontraban en esta situación al año 2017[4], alcanzando una tasa de recuento del 20%.
Por su parte, los datos evidencian que la desigualdad en la distribución de ingresos empeoró al igual que la incidencia de la pobreza. El índice de Gini[5] observado en 2020 fue de 0,52 considerando los ingresos monetarios de los hogares de la Región Metropolitana, presentando una brecha de ingresos importante, donde los hogares ubicados en el último decil superaron en 35,2 veces al ingreso de los hogares del primer decil. La región es la de peor desempeño en la distribución de la riqueza a nivel nacional de acuerdo con lo analizado en base a los datos de Casen 2020.
En materia habitacional cabe mencionar que existe un déficit cuantitativo que para el 2020 alcanzó un aproximado de 225 mil viviendas en la Región Metropolitana según un estudio de Fundación Vivienda y TECHO Chile. Por otro lado, el número de campamentos en la región creció en un 53,3% entre 2019 y 2021, y la cantidad de familias viviendo en estos asentamientos informales experimentó un aumento explosivo, pasando de 5.991 a 19.444 (variación del 224,5%) en igual periodo.
Finalmente, las condiciones climáticas de la Región Metropolitana son importantes a considerar para la calidad y continuidad del servicio eléctrico. Sabemos que el aumento de episodios de temperaturas extremas y la escasez hídrica son factores de riesgo que están presentes en el territorio. Al 2021 los datos de la Dirección Meteorológica de Chile indicaron que la región presentó un déficit de precipitaciones del 67%, y fue uno de los 4 años más secos que se ha registrado desde 1914. Esta situación desafía al sector energético a diseñar e implementar acciones concretas que propicien la mitigación de los efectos de la crisis climática que hoy existe.
[1] Dada la adaptación metodológica que sufrió la Encuesta Casen en Pandemia, se debe comparar con cuidado los resultados de la incidencia de la pobreza con los años anteriores.
[2] La pobreza por ingresos refleja al conjunto de hogares cuyos ingresos no alcanzan para satisfacer el consumo de una canasta de bienes alimentarios y no alimentarios básicos.
[3] Es un índice que refleja la existencia de múltiples privaciones que sufre un hogar en diversas áreas como educación, salud, empleo, vivienda y cohesión social.
[4] El año 2020 no se generó la medición de pobreza multidimensional dado el ajuste metodológico de la Encuesta Casen en pandemia.
[5] Es una medida económica que sirve para calcular la desigualdad de ingresos que existe entre los ciudadanos de un territorio, normalmente de un país.