La Eco-Sede es una construcción de infraestructura bio-sostenible en cuyo diseño y edificación participó la comunidad de Cerro Obligado, infraestructura que llegó para restablecer un espacio de conexión entre los vecinos que antes no existía.
Se ubica en el centro de este barrio de Coronel, en la esquina de las calles “San Cristóbal” y “Las Mercedes”, tiene 145 metros cuadrados y alberga una sala polivalente, una cocina, una biblioteca que también funciona como taller y baños adaptados.
La sede fue una necesidad que la comunidad planteó a Enel en 2016 y que se estableció como prioritaria en una mesa de trabajo entre ellos y la compañía. Se comenzó a construir en 2017.
El primer paso se dio en febrero de ese año, cuando cuatro mujeres del sector, interesadas en el tema, son invitadas por Enel a visitar y capacitarse en bio-construcción en el Centro Explorador de Eco-Tecnologías de Asociación Sembra, comuna de Nogales, Región del Valparaíso.
En paralelo, Enel trabaja con Asociación Sembra y la Junta de Vecinos “Nueva Cerro Obligado”, para establecer un itinerario con el fin de concretar el proyecto. Esto es, comprar un terreno, limpiarlo y diseñar luego un espacio acorde a las necesidades inherentes del sector.
Los conceptos de economía circular y valorización de residuos impregnaron el proceso de construcción desde un comienzo.
Así es como la aislación térmica de los muros es de paja seca, proveniente de sectores agrícolas de la Región del Biobío. El sistema constructivo consiste en una quincha o pared, hecha de pallets, a base de una estructura de madera impregnada. 200 pallets fueron obtenidos en las industrias de la zona y se reciclaron para edificar esta sede: todo ello conforma la tabiquería.
Los revestimientos exteriores e interiores son a base de revoques de tierra cruda, del propio terreno y otros aledaños, combinada con aplacados de madera nativa. En total, el 75% de los materiales de la eco-sede son naturales y reciclados.
El uso de materiales como madera, paja y barro, permitió lograr buena eficiencia energética, que se potenció con un diseño que buscó la máxima ganancia solar térmica y una buena ventilación cruzada.
Para amoblar la Eco-Sede se siguieron los mismos principios de economía circular y equidad de género: un grupo de mueblistas locales usaron pallets para confeccionar mesas, sillas y escritorios para el edificio.
La capacitación de vecinas de Cerro Obligado en el oficio de bio-constructoras y eco-carpinteras, así como la participación de mujeres en la edificación y la fabricación del mobiliario fueron elementos claves en el diseño y ejecución de este proyecto, asegurando el acceso a oportunidades de desarrollo para mujeres y aplicando criterios de equidad de género.
Desde los principios de Value 500, se destaca que la Eco-Sede tiene todas las adaptaciones necesarias para recibir apropiadamente a las personas en situación de discapacidad física, en línea con lo dispuesto con la ley de accesibilidad universal. Esto se expresa en la rampa de acceso, baños y pasillos de distribución, ancho de las puertas y en la existencia de barandas para sujeción, todas con estándares de accesibilidad universal.
Este proyecto remite a la línea “Desarrollo económico con identidad local y empleos verdes” pues ha aportado a la generación de empleos con un sello de sostenibilidad y bio-construcción.
La sede se entregó en 2020, y será inaugurada en 2021, para buen uso de las 6.444 personas que residen en Cerro Obligado.