Reutilización de residuos y nuevo ciclo de vida: el caso de San Isidro
A nivel general, en el ámbito de la gestión del recurso hídrico, Enel Chile está llevando adelante diferentes programas para la conservación de las cuencas y de sus ecosistemas en todos los territorios en los que está presente, junto con una mejora en la eficiencia de sus centrales, permitiendo optimizar el uso del recurso hídrico de manera sostenible. San Isidro es un ejemplo virtuoso de este trabajo, ya que en distintas etapas de sus procesos ha adoptado programas para un uso sostenible del agua.
Las centrales de ciclo combinado, como ésta, requieren agua para su proceso de enfriamiento, que se realiza mediante torres de refrigeración, y gran parte del recurso hídrico utilizado se devuelve a la atmósfera en forma de vapor mientras otra, se convierte en residuos industriales líquidos.
Anteriormente, estas aguas residuales eran devueltas al río Aconcagua, según lo establecido en la Resolución de Calificación Ambiental (RCA). Esto, hasta que un proyecto iniciado por la compañía, que buscaba dar respuesta a la pregunta inicial, comenzó a dar un nuevo uso al agua residual, dando mayor sostenibilidad al ciclo del recurso hídrico.
Los beneficios de reutilizar el agua residual en otros procesos son múltiples, entre ellos, un menor consumo de agua de la cuenca debido a la mayor utilización de la misma en el ciclo de enfriamiento, optimizando los consumos internos y contribuyendo a un uso más racional y eficiente del agua en el contexto de sequía del país y la región.
Hoy, gracias a esta iniciativa, la circularidad del sistema de enfriamiento de San Isidro ha pasado de 0% a 20%, en el periodo enero a agosto, utilizando 1.030.062 m3 para otros usos industriales.
Así, este trabajo ha permitido integrar innovación y sostenibilidad en el mismo propósito cumpliendo con la conservación del recurso hídrico y el desempeño técnico de la planta.
Enel ha definido en su estrategia cinco pilares de Economía Circular, uno de ellos es “Nuevos Ciclos de Vida” y hace referencia a la reincorporación de material a otros procesos, ya sea por reciclaje o reutilización. Es el caso de la central San Isidro, que con este proyecto ha incorporado la economía circular en su operación.
Esta iniciativa se suma a otras existentes que se realizan en conjunto con la comunidad. Se trata de acciones y proyectos que están enfocados en la gestión sostenible y eficiente del recurso hídrico, para contribuir a que la cuenca cuente con mayor disponibilidad de agua para distintos usos.
Así, la central de San Isidro representa un ejemplo de negocio que incorpora la innovación y la sostenibilidad aplicando el principio de la economía circular, permitiendo tener una presencia armónica en el territorio.