Reduciendo brechas
En el país, aún existen brechas para acceder a un modelo de desarrollo sostenible. Según datos que arrojó la encuesta Casen 2017, que mide las condiciones socioeconómicas de los hogares de Chile, un 20,7% de la población vive en pobreza multidimensional, lo cual se traduce en escaso acceso a educación, salud y trabajo, entre otros. Esto, se suma al fenómeno de pobreza energética presente en el país, el cual hace referencia a las barreras que presentan los hogares en términos de acceso, calidad y equidad de los servicios energéticos que les permita solventar sus necesidades fundamentales y básicas.
Tomando en cuenta estas dificultades, Enel Chile desarrolla un trabajo en terreno, liderado por la Gerencia de Sostenibilidad y Relaciones Comunitarias, acompañando a las comunidades locales en el proceso de transición energética, comprendiendo sus necesidades e identificando sus posibles soluciones. Los proyectos están alineados con los 17 Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) impulsados por las Naciones Unidas, a los cuales Enel adhiere desde el año 2015, enfocando su estrategia en 6 de ellos. En lo específico, actúa en el “Involucramiento de las Comunidades”, pilar del Plan de Sostenibilidad, a través de acciones de sostenibilidad relacionadas con el ODS 4 que apunta a una Educación de Calidad; el ODS 8, que busca fomentar el Trabajo Decente y el Crecimiento Económico y el ODS 7, para el desarrollo y acceso a Energía Limpia y Asequible, los cuales buscan apoyar y fortalecer el tejido socioeconómico de las 300 comunidades con las que se trabaja a diario.
Fomentando un desarrollo sostenible.
En el año 2019, la estrategia de relacionamiento comunitario de Enel Chile se centró en iniciativas que se desarrollaron tomando en consideración las prioridades y necesidades de cada localidad, las cuales fueron identificadas a través de un proceso de relacionamiento continuo.
Dicha estrategia se centra en cinco líneas de trabajo implementadas en 237 proyectos: 1) Educación para el desarrollo sostenible, 2) Fomento del empleo y desarrollo económico conservando la identidad local, 3) Vivienda, servicios y entorno, 4) Servicios eléctricos seguros, confiables y de calidad, y 5) Cambio climático y cuidado de los recursos naturales. Todo esto con un fuerte enfoque en el empoderamiento de las mujeres y los pueblos originarios.
Del total de los proyectos desarrollados, 20 de ellos contribuyeron al acceso a la Educación de Calidad (ODS 4), beneficiando a 40.800 personas, a las que se les entregó conocimientos para una formación integral y consciente del rol que tienen dentro del desarrollo sostenible de su comunidad.
En cuanto a la generación y distribución de energía, Enel Chile trabajó 17 iniciativas, en donde se enseñó sobre el uso eficiente y responsable de la energía, junto con la regularización de redes informales para mejorar la seguridad eléctrica en barrios vulnerables. Se efectuaron talleres y charlas con juntas de vecinos e instituciones, a los que asistieron más de 28.800 personas, quienes aprendieron sobre eficiencia energética y seguridad en el suministro, entre otros temas de interés, en una iniciativa alineada con el ODS 7 que busca garantizar el acceso a una energía asequible y eficiente para todos.
Asimismo, se entregaron conocimientos, información y las herramientas necesarias para potenciar emprendimientos locales. En esta línea, y basada en el Desarrollo Socioeconómico y Crecimiento Sostenible (ODS 8), Enel Chile ayudó en la formación de más de 80 pequeñas y medianas empresas (PYMES), en su mayoría administradas por mujeres, lo cual generó cerca de 300 empleos, destacando proyectos de turismo sostenible y comercios locales. Ejemplo concreto de ellos es el que se lleva a cabo con la comunidad Mapu Pilmaiquén, antes mencionado.
Creación de valor a largo plazo
“Open Power for a brighter future. We empower sustainable progress”es el propósito de Enel, que día a día busca la creación de valor sostenible para la compañía y sus partes interesadas, una de ellas, las comunidades locales. Con ellas, se involucra activamente mediante una estrategia basada en el modelo de Creación de Valor Compartido (CSV, según sus siglas en inglés), que adoptó la compañía a nivel global en 2015.
Enfocándose en factores sociales y ambientales de manera inclusiva, este modelo permite a la empresa crear valor de largo plazo, tanto para sí misma, como para las comunidades donde opera en el país. Es un modelo integrado a lo largo de toda la cadena de valor, donde se analizan las necesidades y prioridades de los grupos de interés en el desarrollo de nuevos negocios e iniciativas, poniendo atención a los factores sociales, económicos y ambientales en el entorno de sus operaciones, mitigando así la generación de posibles impactos socioambientales.
Un ejemplo de esto es el proyecto que se lleva a cabo en el Alto Loa, zona de suma importancia para el desarrollo de energías renovables con presencia de recursos geotérmicos, sol y viento, donde opera Valle de los Vientos, iniciativa pionera de energía eólica instalada en 2013. En su territorio está ubicado el Centro de Interpretación del Desierto (CID), el cual rescata aspectos sociales, económicos y ambientales de la zona, haciendo referencia a las comunidades locales atacameñas y quechua. En la búsqueda de explotar su potencial turístico, la compañía trabajó con capacitaciones a las comunidades de Toconce y Caspana para la administración de este recinto y el desarrollo de un recorrido turístico que ponga en valor el patrimonio natural y cultural.
De norte a sur, desde el Alto Loa a Pilmaiquén, Enel Chile en sus más de 4 mil kilómetros de cobertura, tiene como prioridad fomentar el desarrollo de las comunidades, creando valor a largo plazo a través de la transición energética y las oportunidades que esta presenta.
Para conocer más acciones que ha realizado la compañía en relación a su Plan de Sostenibilidad, accede a: