“A partir de la transformación digital, un algoritmo de machine learning puede optimizar y/o predecir el comportamiento de ciertas funciones, automatizar el proceso de toma de decisión, entre otras acciones. Esto es absolutamente transversal a cualquier sector productivo e, incluso, a cualquier área dentro de las empresas o de las organizaciones.”
Realidad nacional
El estudio realizado por la Cámara de Comercio de Santiago junto a otras entidades, Índice de Transformación Digital de Empresas 2020, que midió la evolución en el uso de herramientas y prácticas digitales en empresas de distintos tamaños a nivel nacional, concluyó que si bien las compañías en Chile han aumentado su madurez digital, la mitad de ellas se sitúa como principiante e inferior o analógico. Para Sánchez-Pi, la realidad nacional no es tan distinta a lo que sucede en el resto del planeta.
¿Chile está digitalizando sus empresas?
Hay estudios que cuantifican y demuestran que Chile aún tiene bastante que mejorar en materia de transformación digital y adopción de tecnología. Por ejemplo, casi un 80% de las empresas chilenas no ha implementado siquiera una plataforma de gestión de datos (Estudio IDC 2019) y solo dos de cada diez compañías invierten en tecnologías digitales como parte de su estrategia de negocio.
Sin embargo, esta realidad no está muy lejos de los datos mundiales, donde las compañías no han sabido aprovechar todo el desarrollo tecnológico disponible.
La digitalización, una prioridad
Sánchez-Pi lidera el Centro de Investigación en Tecnologías Digitales Inria Chile, institución que se encuentra en el país desde el año 2012, articulando el ecosistema científico entre las universidades y la industria y desarrollando e implementando soluciones tecnológicas que aumentan la productividad y competitividad en organizaciones como Sernageomin, los observatorios ALMA y LSST y el Centro de Monitoreo de Buses de la Dirección de Transporte Público Metropolitano y también en el sector minero y agrícola.
Para la ejecutiva, en el contexto actual marcado por los efectos del Covid-19, la tecnología y la digitalización tomarán un rol fundamental en la economía.
En el escenario de crisis por Covid-19 que vivimos hoy, ¿las empresas que han digitalizado procesos son más sostenibles?, ¿serán más resilientes?, ¿tendrán mejores resultados?
El escenario actual implica más que nunca la digitalización de procesos. Podemos decir que el éxito del teletrabajo radica, esencialmente en la implementación de forma 100% digital de los procesos de una organización. En este contexto, la falta de digitalización de los mismos ha obligado a interrumpir ciertas actividades o realizar una reconversión precipitada. Es más, si hubiésemos avanzado más en el proceso de digitalización el impacto de la Covid-19 sería mucho menor. Por ejemplo, si los procesos manuales o que requieren supervisión humana hubiesen sido automatizados mediante tecnologías como la inteligencia artificial y la robótica, ahora tendríamos una disrupción mucho menor en los procesos productivos.
“Creo que el Covid-19 ofrece un marco de reflexión para revisitar las prioridades de las empresas y posicionarse desde ya en el escenario post-covid-19, en el que la sociedad y el tejido productivo va a valorar más la digitalización y aceptar procesos como la implantación de la inteligencia artificial.”
¿Usted cree que para recuperar a nuestro país y a otros después de la crisis de salud que vivimos, la tecnología jugará un papel importante para volver a crecer y desarrollarnos?
La tecnología tenía un rol esencial en la economía antes del Covid-19 y va a tener un rol aún más importante en el proceso de recuperación. Esta situación de emergencia global, ha puesto en evidencia que la tecnología y la digitalización son aliados claves para la competitividad y la productividad de las empresas. Ahora, el foco debería estar en aprovecharlas y, como ya dije antes, ir mucho más allá, para conseguir la automatización integral de algunos procesos productivos a través de la adopción de herramientas tecnológicas como la Inteligencia Artificial, el Internet de las Cosas y la Robótica. Estas tecnologías se pueden aplicar en forma extensiva en numerosas áreas, como la salud, la agricultura inteligente, la logística y el transporte, solo por mencionar algunas que nos impactan directamente en el contexto actual.