“Es un enorme agradecimiento y genera una energía adicional para poder llevar a cabo un trabajo, que es sumamente amplio desde el punto de vista de los ámbitos de acción, pero sumamente concreto en lo que hay que mover. Es acción climática en todas las personas, en todas las organizaciones, en todo el mundo.”
Los ojos estarán puestos en Chile en torno al cambio climático, ¿qué rol tiene que cumplir el país?
“Hay varios. Uno, por supuesto, es hacer un evento ejemplar, que tiene que ver con poner las condiciones para que las negociaciones den fruto, y eso implica que Chile tiene que adoptar una postura bastante neutral. El país que recibe tiene que, necesariamente, adoptar una postura más bien neutral, por lo que es muy importante que la evidencia que ponga Chile a disposición no sea una evidencia en la sala del proceso de negociación, sino que sea lo que esté pasando en las calles, en la industrias, que sea lo que esté pasando a nivel de las ONG, de la ciudadanía. Es muy importante para nosotros, para preparar una COP ejemplar, que ese ejemplo se dé en hechos concretos, no solo en el evento mismo, sino que también durante el camino a la cumbre”.
Cambio de cultura
Que haya sido nombrado como el Champion de la COP25 no es casualidad. Desde hace 10 años, Gonzalo Muñoz lidera TriCiclos, empresa que fundó junto a dos amigos, que hoy es considerada como la empresa de reciclaje de mayor reputación del país con presencia en América Latina y que a comienzos de 2019 recibió el premio The Circulars, el más importante a nivel mundial en economía circular.
“Tengo una serie de acciones cotidianas sumamente incorporadas. Por ejemplo, cuando viajo, la mitad de mi maleta está con los residuos reciclables, que si yo no tengo la seguridad de que se van a reciclar en el lugar donde estoy, me los traigo de vuelta a Chile. Vivo en un departamento donde hacemos compost. En fin, trato de reducir mi huella al máximo posible y el resto la compenso y, particularmente, trato siempre de reducir mis niveles de consumo en distintas dimensiones, de forma tal de que mi huella en distintos aspectos sea la mínima posible.”
¿Qué tan esencial es el cambio de cultura hacia la economía circular?
“Yo creo que no hay forma de que no tengamos un avance radical con la economía circular. En TriCiclos y en la Viña Polkura, estamos implementando prácticas sumamente concretas de economía circular. En algunos casos, en materia de reducción de uso de materiales plásticos, de maximizar el reciclaje, de incorporar a los recicladores de base en las cadenas de valor y hacer eco dinámicas en los modelos de negocios. Lo que queremos lograr es que las prácticas no sean para solo un nicho o un leve porcentaje de la población a nivel individual, sino que sean asequibles para todos”.
Ahora o nunca
En el Acuerdo de París, en 2015, se estableció que los países debían reducir sus emisiones de gases de efecto invernadero para mantener bajo los 2°C la temperatura global. Pero un informe del Panel Intergubernamental sobre el Cambio Climático (IPCC) arrojó, en 2018, que eso no basta, y la temperatura global debe mantenerse bajo los 1,5°C para poder disminuir las consecuencias futuras. Es por eso que la COP25 fue definida con el eslogan “tiempo de actuar” y es conocida como “la de la ambición”.
¿Qué tan importante es el evento que se realizará en nuestro país?
“En esta COP, se entiende que se cierran muchas etapas de negociación. Estas cumbres fueron de negociación durante décadas. Lo interesante es que el Acuerdo de París establece que 2020 es el año en que se empiezan a implementar distintas medidas, por lo tanto, se entiende que el evento en Chile es donde tenemos que arremangarnos las mangas y pasar a la acción. Con el informe del IPCC, sabemos que la acción que está definida en la COP21 de París no es suficiente, y más bien tenemos que incrementar la ambición para llegar a esos 1,5°”.
¿Cómo pueden aportar todos los chilenos para esta cumbre?
“Es importante que todos nos involucremos con nuestras acciones cotidianas y con nuestras decisiones en la compra, en el voto, en el uso del talento, en nuestras conversaciones a nivel familiar. Todo eso facilita que avancemos hacia una cultura que incorpore estos temas en forma contundente. Tenemos que nutrir nuestra sociedad de conciencia y de acción, que contribuyan a resolver el tema de la crisis climática. Entonces, en las distintas dimensiones, como cada uno vive la vida, desde algunos que están en etapa de estudio, otros que están trabajando, a los que son políticos, están los que dirigen una ONG, un movimiento ambientalista, todos tenemos un rol que podemos usar, al que podemos contribuir para resolver la problemática de la crisis climática. Es tiempo de acción y nadie se puede quedar fuera”.