El piloto más importante que ha tenido Chile en la historia del automovilismo profesional destaca la importancia que está tomando esta competencia a nivel mundial y el impacto que ha tenido la electromovilidad en nuestro país.
¿Qué tienen en común Felipe Massa, Stoffel Vandoorne, Sébastien Buemi y Jean-Éric Vergné? Quizás, para muchos, son personajes desconocidos, pero los más expertos en motores saben que son cuatro pilotos que pasaron de competir en la Fórmula Uno, la máxima categoría del automovilismo, a la Formula-E, competencia de monoplazas eléctricos que cada vez toma más importancia a nivel mundial. Otra cosa en que coinciden es que este 18 de enero correrán la fecha de la Formula-E en Chile, país donde la electromovilidad toma cada día más relevancia.
Competencia del futuro
El circuito del Parque O’Higgins será testigo de la tercera edición del Gran Prix de Santiago, el único que se corre en Sudamérica y, junto a México, los únicos dos que se disputan en Latinoamérica. “Son 12 ciudades en el mundo: Berlín, Roma, París, Londres, Nueva York, ciudades importantes, y estamos a ese nivel. Del punto de vista de la repercusión mundial es súper relevante”, explica Eliseo Salazar, ex piloto nacional de Fórmula Uno.
Agrega que esta fecha hará historia: “Nunca había habido una categoría con tantas marcas oficiales participando. Cada día habrá más autos eléctricos y el automovilismo siempre ha sido fundamental en el desarrollo de la tecnología. Todos los grandes avances en los autos de calle han venido de las carreras: la aerodinámica, neumáticos anchos, frenos de disco, en fin. Los autos eléctricos de la Formula-E son los que van a marcar la tendencia del futuro”.
Diferencias con la F1
Durante casi 70 años de historia, la Fórmula Uno ha hecho vibrar a millones de personas alrededor del mundo como la categoría madre del automovilismo. Pero, de a poco, la Formula-E ha ido ganando más adeptos. En primer lugar, porque es una serie que vela por el cuidado del medioambiente y, además, por el hecho de que tiene características que la hacen una prueba interesante y atractiva.
“La gran diferencia es que prácticamente puede ganar cualquiera de las escuderías; en esta competencia influye más la destreza del piloto. Las carreras tienen muchos adelantamientos y sobrepasos, y eso las hacen más interesantes”, comenta Eliseo Salazar.
Asimismo, presenta novedades en cuanto a la táctica. Los pilotos activan el modo ataque al pasar por sensores que están fuera del trazado más obvio de la carrera, lo que les es más difícil, pero les permite pasar de 200 kW a 235 kW, ganando más potencia para poder adelantar. “Es como en el Mario Kart”, puntualiza Salazar.
La carrera también cuenta con interacción con los asistentes, ya que estos pueden votar online por sus pilotos favoritos hasta minutos antes de que se dé la largada, ayudándoles a conseguir 250kW por 15 segundos, lo que nuevamente se traduce en más potencia. “Si yo tuviera 30 años menos, le diría a todo Chile que vote por mí”, comenta el ex piloto.
Electromovilidad en Chile
Más allá de las características que hacen muy atractiva a las carreras de Formula-E, el traer a Santiago esta competencia automovilística es parte del trabajo para posicionar la energía limpia en Chile.
Son pocos los países del mundo donde la electromovilidad se ha desarrollado a pasos tan rápidos y Chile, en los últimos años, se ha convertido en un referente de ésta a nivel mundial, en especial por la llegada de buses eléctricos, que convirtieron a Santiago en la ciudad con el transporte público con más máquinas de este tipo en Latinoamérica y la segunda en el mundo.
Todo este crecimiento del parque automotor eléctrico va de la mano del impulso de la empresa privada para aumentar la cantidad de electrolineras para cargar los vehículos y darles autonomía de viaje. “Se ha ido avanzando fuertemente con más puntos de carga en el país. Cada día se va avanzando hacia un futuro inevitable donde todos los autos serán eléctricos. Muchas compañías están poniendo puntos de carga y los autos van a empezar a ser más baratos”, asegura Eliseo Salazar.
Para el ex piloto, que también participó en el Rally Dakar y en la Fórmula Indy, este crecimiento no se va a detener, porque los autos eléctricos, además de no contaminar el aire, son mucho más cómodos que los tradicionales, en especial por el escaso ruido que producen. “No suenan. Acústicamente son más agradables y andar todo el día silencioso es fantástico”, puntualiza Salazar.
Por otra parte, destaca el ahorro en combustible. Lo ejemplifica con un viaje que hizo desde Santiago hasta Concepción en marzo de 2019: “Ese viaje me salió $5.600. Yo tengo un auto eléctrico y no lo cambiaría jamás”.