Cuando la dupla arbitral decretó el final del encuentro en que el equipo femenino de Lampa cayó inapelablemente 17-0 ante sus pares de Quilicura, las chicas lampinas agacharon la cabeza y respiraron profundo.
Nunca, ni en la peor de sus pesadilla, imaginaron un debut tan amargo en la edición 2017 de la Copa Enel. Tenían rabia, pena y frustración, pues pese a sus ganas, poco pudieron hacer para cambiar su suerte.
“No sé si fue por nerviosismo, falta de comunicación o qué, pero fue un golpe duro perder así. Quedamos muy dolidas por esta derrota”, reconoció Iharami Moreno tras el encuentro.
Sin embargo, y pese a la superioridad de sus rivales, Iharami igual se las ingenió para mostrar pinceladas de su talento y buen pie, situación que le permite abrazar la esperanza de levantar cabeza en los últimos dos encuentros del torneo.
“Aunque perdimos el primer partido tenemos la esperanza de poder clasificar, depende de nosotros ganar los partidos que nos quedan. Para eso, tenemos que mejorar la comunicación, hablarnos más y tocar más la pelota”, admitió.
Además, Iharami confía en que su costumbre de “jugar siempre con hombres en el Ferro Estación Colina”, como comenta, le permita marcar diferencias en los siguientes duelos de su equipo.