La victoria 12-4 conseguida por Lo Espejo, en la segunda fecha de la fase de grupos ante San Joaquín, había permitido que la esperanza de meterse en los octavos de final de la Copa Enel 2017 renaciera en el equipo.
“El primer partido lo perdimos ante La Cisterna porque cometimos muchos errores, pero fuimos mejorando y nos entendíamos más y eso nos permitió ganar el segundo”, recuerda Héctor Cárdenas.
Pero la ilusión de Lo Espejo se desvaneció tras caer 9-4 en su tercer encuentro ante La Granja. El sueño del título y los pasajes a Italia se rompía definitivamente.
“Teníamos la ilusión de clasificar, desde el primer partido que jugamos bien y creíamos que podíamos ser campeones, pero no se pudo”, se lamenta el defensa.
Sin embargo, y más allá del dolor de la eliminación, Héctor asegura que quedó feliz por tener la oportunidad de disputar el torneo de baby fútbol más importante del país en su segundo intento.
“El año pasado perdimos en la final comunal y no pudimos jugar esta etapa de la Copa, pero este año lo conseguimos y eso ya nos deja muy feliz, fue una experiencia maravillosa”, comenta.
Es que para este defensa la Copa Enel va más allá del honor deportivo y los premios sino que “nos entrega la enseñanza de ser mejor, la opción de viajar a Italia es algo más”.