Pese a la derrota sufrida por Ñuñoa, la segunda consecutiva, el golero ha destacado por sus condiciones innatas para el puesto y grandes reflejos. No obstante, sabe que las opciones de clasificar son escasas y por eso adelanta que volverá el próximo año.
Nadie, ni el más molesto de los hinchas ñuñoínos, podría cuestionar la tarea realizada del golero del representativo de esa comuna Samuel Navarro en el choque ante Peñalolén.
Es que pese a que Ñuñoa se inclinó por un contundente 9-1, sumando su segunda caída consecutiva, lo cierto es que la figura del golero ha brillado con luces propias en ambos duelos.
De hecho ante Peñalolén el cancerbero voló, achicó y hasta expuso el físico para evitar, sin éxito, la derrota de los suyos, una que los deja casi sin chances de meterse en la siguiente fase del torneo.
“No fue tan emocionante yo daba ordenes y mis compañeros no las seguían. Primero empezamos mal sin darnos pases, en el segundo tiempo subimos el nivel, pero igual nos desordenábamos”, se lamentó el guardapalos.
Al ser consultado por su nivel exhibido en esta Copa Chilectra 2016, el arquero de 12 años reconoció que ha hecho dos buenos partidos, pero asume que tanto su equipo como él deben mejorar si pretender conseguir al menos un triunfo el torneo de baby fútbol más importante del país.
“Es cierto que jugué bien. He visto a los arqueros y trato de imitarlos. Además cuando me equivoco luego me recupero con una atajada estupenda. Mi equipo debe aprender a dar pases y yo a aprender a anticipar la jugada para poder atajar más”, comenta.
Y aunque Samuel es enfático a la hora de asegurar que mantienen viva la esperanza de meterse en la siguiente fase del torneo, de todas maneras asegura que de fracasar en su intento lo volverá a intentar.
“Tengo 12 años y este otro campeonato, si no lo logramos ahora, voy a volver con más ganas a ganar la Copa Chilectra”, finalizó Samuel, quien tras la Copa intentará conseguir un lugar en las inferiores de Universidad de Chile.